Israel es un país que cuenta con 8,8 millones de personas y con un crecimiento, sostenido, cercano al 3%. Podríamos decir que sus tres grandes fuentes de crecimiento son los servicios, con un 69%, la industria con un 26% y la agricultura con un 2,5%.
Como país tiene una gran diversificación de negocios, podemos encontrar por ejemplo el sector del Mobile & Gaming, que ha crecido hasta un 2,5% hasta 2019 y se espera un importante crecimiento hasta 2023 cercano al 10% o el de la Economía circular, que viene sostenido alrededor de un 7% durante bastantes años, lo mismo con la Indústria farmaceútica o la Biotecnología, etc…
Si hay una manera fantástica de poder descubrir los orígenes de Israel como país emprendedor es tras la lectura de “Startup Nation: La historia del milagro económico de Israel”, publicado en 2009 y que sin duda alguna fue una de las mejores acciones de “country marketing” realizadas hasta la fecha. Muchos países hablan de su “Marca” pero pocos han logrado lo que Israel con el lanzamiento de “Startup Nation”. Un libro más que recomendado y que no puede faltar en nuestra biblioteca. Ahora si: ¡empezamos!.
Agrotecnología: innovación e investigación
El sector agrícola es uno de los que se han visto más favorecidos por esta disrupción tecnológica en un país prácticamente árido. Las condiciones geográficas y climáticas como la baja pluviosidad, el difícil acceso al agua, la limitación de los suelos explotables y la baja calidad de los mismos, son solo alguno de los factores que llevaron al Israel ha cambiar el estado de su mente.
Industrias como la lechera, avícola, riego por goteo, plaguicidas, fertilizantes, tratamiento por cosecha, agricultura precisa, invernaderos, acuicultura, han crecido constantemente gracias a las inversión en investigación y desarrollo.
Israel está trabajando fuerte en la biotecnología agrotécnica (semillas, pesticidas, fertilizantes, productos farmacéuticos para animales), pero también en el campo de la Inteligencia Artificial, tanto para optimizar la recogida de grandes volúmenes de información como la interacción mediante la sensorización de la gestión de cultivos y ganado en la agricultura de precisión.
La Agricultura vertical, sin duda una de las posibles soluciones para incrementar la capacidad de producción o, también, en la automatización de las operaciones agrícolas con la ayuda de drones, robótica y maquinaria, etc… para eficienciar al máximo el m2 de cosecha.
Aunque sin duda uno de los mayores éxitos ha sido la optimización de los recursos hídricos con el desarrollo de técnicas de depuración, de recuperación, tratamiento de aguas residuales o de seguridad en el agua.
Israel: camino al futuro de la alimentación
Sin duda alguna la producción de alimentos también debe cambiar, no nos es nuevo, ya por aquí hemos hablado de los retos que tenemos por delante, en el capítulo de #agritech ya hemos hablado de agricultura vertical, por ejemplo, pero debemos ir más allá y la carne cultivada, puede ser una brillante idea.
Ya son unas cuantas startups israelí, como Aleph Farms, que están avanzando a muy buen ritmo con sus filetes cultivados, o Future Meat, para llevar al mercado el tejido graso cultivado o el de Redefine Meat, que está desarrollando una tecnología de impresión en 3D para la carne de origen vegetal, o Zero Egg, que están desarrollando un huevo vegetal, etc…
En Israel también están floreciendo otros sectores proteínicos alternativos, con Hinoman en cabeza, que cultiva una planta única rica en proteínas llamada Mankai o en el campo de las proteínas basadas en insectos, donde Flying Spark trabaja en estrecha colaboración con Thai Union, uno de los mayores productores de mariscos del mundo.
El futuro de la movilidad
En mayo de 2020 saltó la noticia: “Intel compra Moovit, la startup israelí que encontró un impulso en Latinoamérica”, Intel recibía a Moovit con más de 800 millones de usuarios y servicios en 3.100 ciudades de 102 países. Pero, ya en el 2013 tuvimos que Google había comprado a Waze por 966 millones de dólares. Por lo tanto, es una estrategia que viene de lejos…
Quizás el tener alrededor de 1 millón de automóviles en las carreteras de Israel de media en la última década, con un número de vehículos registrados que se encuentra alrededor de los 3,5 millones y con una población cercana a los 9 millones les hace que pensar bastante. Muchas veces se tiende a pensar que “la solución” es construir más y más carreteras, pero en Israel lo están haciendo de forma distinta, ya que su gran objetivo es hacer sus actuales infraestructuras mucho más inteligentes. Es por eso que ya están trabajando en tres áreas principales, con el objetivo de reducir la congestión vial y los accidentes de tráfico con finales trágicos.
Uno de ellos, denominado V2V por “vehículo a vehículo”, se trata de ayudar a los automóviles a comunicarse entre sí. La tecnología clave para el desarrollo de vehículos autónomos, aunque una flota totalmente autónoma está todavía lejos como tampoco se esperan cambios de inmediato.
También el sistema V2I, o tecnología “vehículo a infraestructura”, donde se utiliza una red de cámaras y algoritmos de inteligencia artificial para crear una serie de semáforos “inteligentes” que conocen el momento óptimo para cambiar las señales, básicamente: el poder gestionar los atascos antes de que sucedan.
Otro sistema es el V2X, por “vehículo al medio ambiente”, que mediante receptores y transmisores ya integrados en los teléfonos se podrán enviar señales que serán recibidas por pantallas en los vehículos, alertando a los conductores y prediciendo el movimiento de los peatones antes de tiempo.
Energías renovables y gas
Israel sigue invirtiendo en el aprovechamiento de sus fuentes de generación de energía renovable. Según el magazine Energía Limpia XXI el país espera pasar de los 1,2GW de capacidad actuales (2020) en energía solar a más de 15 GW mediante una inversión de 22mil millones de dólares en los próximos 10 años. La energía solar en Israel ha tenido un importante impacto en las actividades agrícolas y en la irrigación de agua para los cultivos.
A finales de 2019, Israel inauguró la central termosolar de Ashalim en el desierto del Negev. Infraestructura clave para cumplir el objetivo de hacer que el 10% del suministro de electricidad del país sea con energías renovables (2020) y el 17% para 2030.
En el ecosistema emprendedor encontramos a Homebiogas, un biodigestor muy simple que transforma nuestros residuos en gas limpio para cocinar. El biodigestor está fabricado para durar unos 15 años y está muy orientado a venderse en países en desarrollo y con climas cálidos. Aunque nos parezca sorprendente, tenemos que recordar que en el mundo hay cerca de 3.000 millones de personas que todavía cocinan con leña y/o carbón, y que se exponen a todo tipo de riesgos por su continuada exposición a esta fuente de energía muy contaminante.
Aunque realmente uno de los proyectos más sorprendentes es el de la Albert Katz International School for Desert Studies, de la Universidad Ben Gurion. Tras la supervisión de la docente y arquitecto, Nora Huberman, se ha desarrollado un concepto de edificios pasivos, sostenibles, con la máxima eficiencia energética y de consumo casi nulo. Hay que recordar que el 60% de la superficie de Israel es desierto y que, por ejemplo, el desierto de El Negev ocupa una superficie de unos 13.000 km2 donde se alcanzan temperaturas cercanas a los 50ºC.
En el Albert Katz no hay aire acondicionado en casi ninguna estancia, aunque su mayor dificultad es mantener una temperatura confortable en el interior de los edificios sin consumir energía durante las noches de invierno, ya que el contraste de temperaturas entre día/noche es realmente muy alto. En el Albert Katz están constantemente experimentando con todo tipo de materiales como: piedra, barro, y diferentes tipos de aislantes, sean naturales o sintéticos.
La ciberseguridad: eje central del gobierno israelí
De la mano del gobierno israelí se está desarrollando un envidiable ecosistema de ciberseguridad en la ciudad de Beerseba, al sur del país de Medio Oriente. Ya en 2018 llegó a Israel una quinta parte de la inversión en ciberseguridad y es por eso que las autoridades decidieron levantar un “Silicon Valley” de la industria en esta ciudad al sur del país, muy cerca de la franja de Gaza.
En Israel, operan más de 500 empresas de ciberseguridad en donde trabajan aproximadamente 15.000 empleados. Estamos frente a un ecosistema que incluye tanto al gobierno, al ejército israelí, el sector universitario y la iniciativa privada. Algunos ejemplo son CyberArk, con un valor de capitalización de mercado de 4.800 millones de dólares, es la joya de la corona de la ciberseguridad israelí, actualmente la plataforma de gestión de acceso de identidades cuenta entre sus casi 5.000 clientes en 90 países del mundo a compañías como Adobe, Motorola y Deloitte.
Aunque la “Joya de la Corona” es Checkpoint, cuenta con un valor de capitalización de mercado cercano a los 20.000 millones de dólares y se la considera una de las más importantes compañías de software y hardware de seguridad. Su cometido es proteger la seguridad de la red, de los dispositivos conectados a ésta, así como de la nube, de los dispositivos móviles y de los datos almacenados en los sistemas de tecnologías de la información principalmente en el entorno empresarial.
Israel: la revolución de la industria de nano-satélites
En julio de 2019 se lanzó el NSLSat-1 al espacio, convirtiéndose en el primer nano-satélite en proporcionar conectividad de alto rendimiento. El desarrollo fue liderado por NSLComm, una startup de tecnología espacial la cual está trabajando en una solución de nano satélites para satisfacer la creciente demanda mundial de conectividad.
La tecnología en la cual está basada el NSLSat-1 ofrece ahorros sustanciales de costos (alrededor de 10 veces) si lo comparamos con los satélites más grandes. La misma tecnología permite guardar las antenas durante el lanzamiento en un espacio compacto y desplegarlas mientras están en órbita, ahorrando masa, volumen y estructuras de soporte. Actualmente la tecnología de NSLComm es la única solución que puede brindar conectividad de banda ancha de alta velocidad hacia y desde terminales pequeñas. Permitiendo así a una amplia gama de aplicaciones en IoT y sensores, en áreas como agricultura, minería, petróleo, gas, transporte y gobierno.
Pero el NSLSat-1 no es el único satélite lanzado, en septiembre de 2020 se lanzó un nano-satélite el cual cuenta en su interior con un pequeño laboratorio y que realiza experimentos científicos-médicos innovadores. La miniatura, cuya temperatura se puede controlar en el espacio, se activa de forma autónoma y permite a cada científico realizar el experimento de forma independiente y con total control de forma remota desde el laboratorio.
Pero es otra startup israelí Skyfi la que está tratando de rebasar a Facebook, Google o Amazon en la carrera por ofrecer acceso a Internet desarrollando la primera antena autocorrectora que pueda convertir mini-satélites en poderosos transmisores con cobertura mundial. Según creen, con un conjunto no superior a 60 satélites en miniatura, podrán ofrecer la cobertura a toda el globo. Por ejemplo, podemos recordar la noticia de finales de julio de 2020 donde “Amazon lanzará más de 3.000 satélites para ofrecer Internet”.
Israel: uno de los mejores países en eficiencia de salud pública
El ecosistema de salud israelí es referente mundial en desarrollos, tratamientos, tecnología y mejores prácticas. Sus soluciones se utilizan en todo el mundo y es líder global en eficiencia en medicina. Aunque la salud digital es relativamente joven, sea en c como a nivel mundial, es una de las industrias de más rápido crecimiento en el país y puede tener un profundo impacto en el mundo. El sistema sanitario israelí es universal y la participación en un plan de seguro médico es obligatoria. Todos los residentes israelíes tienen derecho a una atención médica básica como derecho fundamental.
Israel fue nombrado por la OCDE uno de los mejores países en eficiencia en sus servicios de salud pública y medicina del país. Asimismo, las tasas de mortalidad infantil y maternal son muy bajas, 3,1 muertes por cada 1.000 habitantes y 2,7 muertes por cada 100.000 partos respectivamente.
Como dato más que interesante, Israel fabrica alrededor del 40% de todas las impresoras 3D en todo el mundo, y el país es asimismo conocido por las aplicaciones que se desarrollan a partir de la impresión 3D, conocida como fabricación aditiva. En 2015, la Universidad Hebrea de Jerusalén lanzó el Centro de impresión 3D. Este sirve como centro para investigadores que trabajan en una variedad de tecnologías y aplicaciones de impresión 3D, desde robótica hasta células solares y equipos militares y médicos.
Israel cuenta con aproximadamente 1.500 compañías enfocadas a las ciencias de la salud, con más de 85.000 personas empleadas. No han sido pocos los desafíos que ha acarreado el coronavirus en los cimientos del sistema sanitario de Israel (como de muchos otros países), alrededor de unas 70 empresas en Israel están aprovechando la tecnología para combatir al COVID-19 en distintos ámbitos: monitoreo remoto y cuidado doméstico, aspectos sociales y mentales, protección y prevención, diagnósticos, etc…